martes, 12 de julio de 2016

Caperucita nunca será devorada (LXII)

  Tistine advirtió que no entendía muy bien porque tenían que estar gastando tanto dinero en unas construcciones que nunca tendrían ningún uso, y que para sus fines, con un poco de cartón piedra y unas buenas manitas de pintura ya les valía. Esta mujer siempre pensando en el dinero, dijeron las otras. Tistine no se daba cuenta, de que así ellos estarían bien entretenidos y ellas podrían aprovecharlo más adelante.

  Volviendo al tema del juego, en este caso los sorteos que se juegan a la vuelta de la esquina, adoptaron una solución un pelín drástica. Cerraron todas las tiendas del mundo, que tenían licencia administrativa para vender los boletos que dan derecho a participar en los mismos, y permitirían únicamente comprar estos boletos en tiendas de Pestaña. Como habían cerrado todos los medios que permitían la compra electrónica, o algo así llamado, sólo se podían comprar físicamente en las tiendas habilitadas al uso, es decir, que el que quisiera un boleto se tenía que desplazar expresamente a Pestaña. Ellas confiaban en que los hombres al estar tan sumamente aburridos y desesperados, ellos mismos se ofrecerían voluntarios para desplazarse hasta allí, aunque les quedara un poco más lejos que la vuelta de la esquina, además, allí se encontrarían con un buen número de espectáculos que presenciar. Con este método calculaban que prácticamente ya los tendrían a casi todos reunidos en Pestaña.

  Para ellas, ya sólo faltarían, teóricamente, dos grandes colectivos, para que todos los hombres del mundo se juntaran en el mismo lugar y al mismo tiempo. Por un lado les quedaría por atraer a los religionarios, con sus diferentes religiones, cruces, sotanas, capas y capirotes. Por otro, a los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad de los diferentes Estados, estos son los de casco, porra y fusil. Con estos últimos lo tenían fácil y difícil a la vez, porque por una parte, casi siempre están ya movilizados, por lo que es muy difícil moverles de donde están, pero por otra, si ya están movilizados les debería dar un poco igual en el sitio que tenga lugar esa movilización, ya que para ellos lo único importante es estar movilizados. Seguro que algo se les ocurriría a ellas con estos dos colectivos.

  Según sus previsiones ya tenían todos los elementos más o menos encajados para que su tremendo plan fuera un rotundo éxito. Ya casi estaban listas para ponerlo todo en marcha y ver qué pasaba.

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