En un primer momento
pensaron en la idea que les dio Pilari, crear zonas habilitadas en sus
respectivos países y meterles allí, pero la desestimaron porque las tendría
demasiado ocupadas vigilándolos, y además tendrían que compartir país con ellos
y aunque estuvieran encerrados no les apetecía para nada. No, no les convencía
mucho esa opción.
Shi, que a pesar de
haber desistido de su principal y primera idea, seguía dándole vueltas al tema,
propuso que se les cogiera a todos y se les arrojara al mar sin ningún tipo de
miramiento. Todas miraron otra vez a Shi
y ya sin ningún temor le dijeron que no y que por favor se olvidara ya del
tema. Además ellas no quería ver por ahí flotando los cuerpos de todos ellos,
ellas querían seguir disfrutando del mar y de sus playas. Shi lo aceptó sin
rechistar.
En ese momento habló
Juli Billar, proveniente del país por donde es difícil pasar a no ser que se
vaya expresamente a él. Juli, que estaba siempre al lado de su gran amiga Cuin,
comentó que su país era muy grande y que disponía de grandes espacios
deshabitados y que allí perfectamente podrían meterlos a todos.
Shi se mostró
entusiasmada, la idea le pareció perfecta. –Además, una vez allí les quemamos y
ya está, se acabaron de una vez por todas nuestros problemas-. Comentó.
Las demás ya no sabían
qué hacer con Shi, así, que con todo el respeto del mundo, le pidieron por
favor que, o abandonaba ya ese tipo de ideas, o la ponían en el mismo paquete
que a ellos. Shi, a pesar de todo su poder aceptó la sugerencia y se calló.
Lo que sugirió Juli les pareció a todas muy
interesante, realmente era una gran idea, pero que quizá habría que madurar un
poco más. Decidieron que de momento y si a nadie más se le ocurría otra cosa,
trabajarían en ella.
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