domingo, 13 de marzo de 2016

Caperucita nunca será devorada (XLI)

  Sí, uno de esos lugares era Pestaña, que debido a todo el desaguisado que habían visto por allí Cuin y Shi, decidieron que era el lugar idóneo, que lo sentían mucho por el otro país afectado, pero que alguno tendría que ser el sacrificado, de todas formas a todas las mujeres allí residentes las buscarían acomodo en el lugar que ellas eligieran, porque espacio iban a tener de sobra.

  El otro país más pequeño, bastante más pequeño, que estaba al lado de Pestaña, se llamaba Fort Frugal. Estos dos países casi siempre habían estado pensando en unificarse pero por unos motivos u otros nunca veían la oportunidad, oportunidad que ahora se les presentaba y que no podían rechazar, aunque imagino que esa no era precisamente la idea de unión que pensaban.

  Todas las miradas se dirigieron hacia las representantes de aquellos países. Países, por cierto, en que el poder institucional de las mujeres era prácticamente testimonial.

  ¿Y quién eran las representantes que habían venido por esos países?.

  Pues por Fort Frugal, había venido una de las mujeres de más importante trayectoria en aquel país, que intentaba impartir algo de justicia en un mundo bastante injusto, pero que no siempre la dejaban desempeñar, Taula se llamaba, y tenía especial respeto hacia Cuin y Kerkel, que casi podríamos decir que eran las verdaderas dueñas de dicho lugar.

  Qué podemos decir de la representante de Pestaña, que hasta ese momento se había pasado el día dándole vueltas a una especie de cadena con bolitas pequeñitas que parecía contar una y otra vez, medio murmurando algo ininteligible, ella sabría el motivo. Poca cosa podemos decir de esta mujer que se llamaba Colores Ladelpedal, parecía que la dejaban tener algún poder en Pestaña, pero sólo era una ilusión, los que aparentaban tener el poder allí eran los de sotana, capa y capirote, pero quien realmente mandaba en Pestaña eran Kerkel y Shi, que para eso eran las verdaderas dueñas, más Kerkel que Shi, y que hasta el día de hoy, habían dejado un poco tranquilos a los dirigentes allí establecidos, a costa de la irritación y cabreo del resto, pero ahora que necesitaban ese país, por supuesto que lo iban a utilizar.

  Decidieron que ese lugar unificado se llamara a partir de ahora Pestaña, Fort Frugal ya lo trasladarían a otro sitio.

  Se votó para ver si ese finalmente sería el lugar elegido. Hubo 195 votos a favor y 2 abstenciones.

  Así que ya tenían también el lugar donde realizarían el mayor confinamiento de una especie. El confinamiento y reclusión de todos los hombres del mundo sería en Pestaña.

  Otro paso importante habían dado ya, ahora tenían que estudiar cómo realizarlo.

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