lunes, 11 de enero de 2016

Caperucita nunca será devorada (XXVI)

  Una vez finalizados todos los actos de abdicación de Cuin, Kerkel y Shi le preguntaron que qué iba a hacer hasta el día 16 de junio en que tendría lugar la próxima y definitiva reunión. Cuin dijo que no sabía exactamente qué hacer, que a lo mejor se iba a la Casa Rural, para descansar un poco y preparar a conciencia dicha reunión, y a su vez les preguntó qué iban a hacer ellas.

  Kerkel, que a pesar de su aspecto, era una mujer muy romántica y sentimental, dijo que ella se iría a sus dominios, a despedirse de su marido y de algunos amigos, y principalmente, a quedarse embarazada, pues quería tener un bonito recuerdo del pasado, siempre había querido tener un hijo y que ahora que el mundo iba a dar un cambio tan radical, sería el mejor momento para hacerlo. Shi, que era mucho más práctica, y aun pensando que lo que iba a hacer Kerkel era una absoluta tontería, le animó y le dio todo su apoyo, al igual que hizo Cuin.

  Shi se iba a dedicar a visitar un par de países de los últimos que había comprado y que todavía no había visto. Propuso a Cuin que se fuera con ella y que luego las dos juntas se marcharan a la Casa Rural a esperar a Kerkel y preparar todo para la reunión del día 16. Cuin, debido a su habilidad para el maquillaje y elección en el vestir, se disfrazó de amiga de Shi y juntas se fueron de viaje en el avión de Shi.

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