Intenté
convencerles para que dejaran de perseguirme, intenté fotografiarles para
denunciarles, pero cuando lo hice, se convirtieron, inmóviles, en obra de arte,
en huella de agua y viento sobre roca. Ellos son inteligentes y así nadie me
creerá cuando presente la prueba de su existencia y mi martirio, pensarán que
son figuraciones mías, imágenes que mi mente crea al seguir buscándote y no
encontrarte, pero ahí están, impávidos y vigilantes, no sea que vaya a lograr
lo que realmente quiero.
jueves, 7 de mayo de 2015
Málaga
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario