No creo que hoy pase ningún tren por aquí, por lo que me queda
un largo camino por recorrer, espero que pronto aparezca alguien para
compartirlo, o por lo menos el tiempo se despeje y pueda ver que hay a mi
alrededor.
Creo que fue Pio Baroja quien, en uno de sus libros (Paradox Rey
puede ser) dijo -el camino nunca es
largo si el corazón está tranquilo-, no sé si mi corazón está muy tranquilo,
pero desde luego a mí el camino me parece muy largo si no se tiene algo con lo
que despistarlo. Frase manida esa del camino que recorremos y el final del
mismo, tengo otra foto que describe muy bien lo que podemos o deberíamos
encontrar al final de nuestro camino, otro día la cuelgo aquí en el blog,
mientras, y a falta de sexo, os dejo con otros buenos caminantes de ficción y
sus diferentes maneras de recorrer ese maldito camino, Ignacius J. Really (La
conjura de los necios, John Kennedy Toole) -Harry Haller (El lobo estepario,
Hermann Hesse) -Pelagia (La Madre, Máximo Gorki) -Henry Chinaski (La senda del
perdedor, Charles Bukowski) -El Principito (El principito, Antoine de
Saint-Exupéry) -El Loco (El Loco, Khalil Gibran) y por supuesto, no podía faltar
el bien molido y mal andante Alonso Quijano (Don Quijote de la Mancha, Miguel
de Cervantes).
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