viernes, 16 de enero de 2015

El 17 de Rarin Street (1/5)

Nota I: Toda esta historia es pura fantasía, por lo que cualquier semejanza de hechos, personajes y lugares será mera y rara coincidencia.

 A la vecina del primero del 17 de Rarin Street le desaparecían los amantes de forma tan repentina y frecuente, que realmente asustaba, sobre todo a los vecinos del inmueble, que veían con preocupación y misterio tal trasiego de hombres por aquel edificio, y de los que nunca más se sabía al cabo de unas semanas de verles prácticamente a diario.

 En un principio lo achacaban al carácter masculino, tan lleno de matices en sus relaciones con el sexo femenino, en los que predominan la falta de compromiso, el egoísmo y a veces la inseguridad, tanto sexual como sentimental, pero a su vez, les costaba admitir que entre tan cuantiosa cifra de hombres que habían pasado por allí, todos tuvieran el mismo defecto y ninguno cumpliera las expectativas que supuestamente demandaba la vecina del primero. Este tema era ampliamente comentado por todos los vecinos, por todos menos por uno, este uno era el portero, que se inhibía de hacer cualquier comentario al respecto.

 La vecina del primero, según consta en el informe de la policía, era una mujer atractiva e inteligente, de fácil trato pero de extraño carácter, de mirada seductora pero turbada, de palabras sensibles pero llenas de dudas, con un extraño movimiento al andar que no se acertaba a adivinar, si simplemente andaba, se movía dando saltos o bien se deslizaba, pero siempre realizado con una elegante torpeza que resultaba hasta armoniosa y sensual. Se podía definir como una mujer expectante, cuando se estaba con ella se sabía que algo iba a suceder, pero el cariz de lo que iba a acontecer se desconocía por completo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario