sábado, 31 de enero de 2015

El 17 de Rarin Street (4/5)

 Una orden cursada por la Policía para registrar tanto el piso de la vecina como la portería y vivienda del portero, fue denegada por el juez debido a la inexistencia de pruebas fehacientes que inculparan a cualquiera de los dos, por lo que la Policía tuvo que optar por otros métodos para resolver el caso. Infiltró como amante a un agente secreto y al mismo tiempo, realizó una vigilancia exhaustiva de la actividad del portero.


 El amante infiltrado, en un acto reflejo y sorprendente, fue quién realmente dio la pista para resolver el misterio, aunque lamentablemente, corrió la misma suerte que los cien desaparecidos anteriores. El agente contacto con la vecina del primero en un supermercado cercano, iniciando una conversación propia de estos días, mencionando, como por casualidad, que estaba apuntado a varias webs de contactos, nada más oír estas palabras, la vecina del primero le abrió su corazón y su casa, pero uno de los días que se le vio entrar en la vivienda ya no se volvió a saber nada más de él.

 La vigilancia del portero dio como dato más relevante, la dedicación y entrega que daba al jardín en un horario no muy habitual para el trabajo de portero, siempre trabajaba en él pasada la medianoche y tenía especial cuidado en rociar todo el entorno del mismo con veneno del más letal, para que ni perros ni gatos, ni palomas ni gorriones, merodeasen por allí. Siempre que acudía a hacer las labores de jardinería, iba acompañado, además de los utensilios propios para realizar dicha labor, de un gran contenedor de basura.

miércoles, 28 de enero de 2015

Esperándote II

 Sentado, esperándote, pasas a mi lado de manera indiferente y difusa. ¿Ni siquiera merezco una mirada, un palabra? ¿No te gusta lo que ves? ¿Por qué no te detienes un instante y te defines? El paisaje lo he puesto para ti, si no quieres disfrutarlo, seré yo quien lo haga, pero por favor, si no vas a parate a mi lado, pasa rápido, que no quiero distraerme.

 Mientras lo piensas escucharé I'm A Man (versión Black Strobe) y si tardas mucho, aprovecharé también para ver la película, RocknRolla. 

domingo, 25 de enero de 2015

El 17 de Rarin Street (3/5)

 La Policía del distrito comenzó a investigar en el entorno del 17 De Rarin Street, debido a un aviso que les llegó desde la Jefatura Central, que tras años investigando diferentes casos de personas desaparecidas, reparó en el dato, de que un número muy significativo de las mismas, había ocurrido por la misma zona. En total eran 97 casos, todos varones de edades comprendidas entre los 35 y 54 años y a los que se situaba, como última vez en ser vistos, en los alrededores de aquella dirección.

 Durante tres meses, en los que desaparecieron tres hombres más, la Policía estuvo trabajando en varios frentes de investigación, pero finalmente las sospechas se centraron únicamente en dos sujetos, la vecina del primero y el portero de la finca, a quienes se interrogó de manera exhaustiva, pero de los que en un primer momento no se sacó nada en claro.

 La vecina declaró, que efectivamente creía haber conocido a la mayoría de los desaparecidos, pero que ni mucho menos todos habían sido sus amantes, aunque si afirmó con total rotundidad, que todos, absolutamente todos, pretendieron serlo. También añadió, que a todos ellos los había rechazado por algún que otro motivo, que no tenía porque explicar, y que la causa de tal desaparición, pudo deberse, a que la desesperación de verse rechazados  les hizo actuar de manera trágica y radical, pero que ella directamente no tenía nada que ver con aquellas desapariciones.

 El portero simplemente reconoció a algunos de los desaparecidos, según las fotos que le mostró la Policía, confirmando que alguna vez los podía haber visto por el portal, pero no aportó nada más, porque según afirmó, no sabía nada más.

viernes, 23 de enero de 2015

El 17 de Rarin Street (2/5)

 Respecto al perfil de los amantes de la vecina del primero, todos coincidían en una misma característica, todos eran hombres, todos salvo dos casos, en los cuales, después de muchas pruebas biológicas, no se pudo determinar con exactitud el sexo de estas dos personas, por lo que en el informe policial figuraba la anotación, “sexo por determinar”.  En relación al carácter y tipo de los amantes, había de todas clases, jóvenes y no tan jóvenes, ricos y pobres, bueno… pobres sólo había uno, amables, mal educados, simpáticos, desagradables, altos, bajos, rubios y morenos, todo esto mezclado entre varias nacionalidades y profesiones, en definitiva, los perfiles normales de alguien que busca desesperadamente esposo y padre para sus futuros hijos.

 A los vecinos del 17 de Rarin Street no les extrañaba que el portero de la finca no hiciera ningún tipo de comentario sobre lo que pasaba en relación a los amantes de su vecina, ya que este hombre era de carácter mayormente silencioso. Se levantaba todos los días a las siete de la mañana, vivía en la última planta del edificio, en un pequeño apartamento que le cedía el dueño de la finca. Se pasaba el día entre la portería y un bar que distaba unos cien metros del edificio, donde se le veía con asiduidad, pero en el que raramente se le veía compartir charla, café y copa con alguien. Era el encargado del mantenimiento de la escalera, el ascensor y el gran jardín de que disponía la casa, que siempre estaba en unas condiciones magnificas, siendo la envidia para el resto de los habitantes de los edificios que configuraban aquel barrio. La escalera y el ascensor también estaban siempre en unas condiciones óptimas, debido a la gran dedicación y esmero que el portero ponía en estas tareas. Reservado y no muy amable, no tenía prácticamente relación con ningún vecino, era de saludo seco y mirada despectiva, tal vez por eso nadie le quería y todos recelaban de él, pero seguía contratado debido a la pulcritud y limpieza que siempre imperaba en todo el edificio, incluido el jardín.

martes, 20 de enero de 2015

Una foto, una canción

 Viendo lo difuso de lo lejano y lo definido de lo cercano, ahora no me apetece nada escribir, por lo que pondré algo de música y escucharé, pero no sé con qué canción empezar.

 Tengo  varias opciones, de diferentes estilos y ritmos, desde Lazy (Deep Purple)  hasta Dacing The Dream (Buckethead). Puedo decidirme por algo tranquilo como Please (Kalidoscope); Reason To believe (la versión de Brain Box); Ain’t Gwine to Whistle Dixie (Taj Mahal);  Happy Nigthmare (Focus) o Refugees (Van Der Graaf Generator).  Algo un poco más movido, Help Me (Ten Years After); The Return Of The Pan (The Waterboys); Wacht Out! (Atomic Rooster); That’s What Mama Said (Coloured Balls) o Young Man Blues (The Who). Incluso un poco más duro,  My Way (Pero la de Sex Pistols, bueno la de Sinatra también la pondría); Tear Ya Down (Motorhead); Working Man (Rush) o Love Has Passed Me By (Kyuss). Podría poner algo simpático como Beatophone (Caravane Palace) y algo pelín moña Don´t Stop Believing (pero versionada por Red Hot Chili Pipers, sí, está bien escrito, es una banda de gaiteros que hacen versiones). Algo en otro idioma que no sea el del Imperio Británico, como Tus Di Rien (Louise Attaque) o Dulce Introducción Al Caos (Extremoduro). Tal vez algo que siempre resulta correcto en cualquier selección, Jumpin’ Jack flash (Rolling Stones) o Somebody To Love (Queen). O quizá,  y para estar al día, por qué no poner  Mess On A Mission (Liars).

 Pero no, todo lo anterior está muy bien, pero me quedo con Luis Llach y su canción Vida. 

viernes, 16 de enero de 2015

El 17 de Rarin Street (1/5)

Nota I: Toda esta historia es pura fantasía, por lo que cualquier semejanza de hechos, personajes y lugares será mera y rara coincidencia.

 A la vecina del primero del 17 de Rarin Street le desaparecían los amantes de forma tan repentina y frecuente, que realmente asustaba, sobre todo a los vecinos del inmueble, que veían con preocupación y misterio tal trasiego de hombres por aquel edificio, y de los que nunca más se sabía al cabo de unas semanas de verles prácticamente a diario.

 En un principio lo achacaban al carácter masculino, tan lleno de matices en sus relaciones con el sexo femenino, en los que predominan la falta de compromiso, el egoísmo y a veces la inseguridad, tanto sexual como sentimental, pero a su vez, les costaba admitir que entre tan cuantiosa cifra de hombres que habían pasado por allí, todos tuvieran el mismo defecto y ninguno cumpliera las expectativas que supuestamente demandaba la vecina del primero. Este tema era ampliamente comentado por todos los vecinos, por todos menos por uno, este uno era el portero, que se inhibía de hacer cualquier comentario al respecto.

 La vecina del primero, según consta en el informe de la policía, era una mujer atractiva e inteligente, de fácil trato pero de extraño carácter, de mirada seductora pero turbada, de palabras sensibles pero llenas de dudas, con un extraño movimiento al andar que no se acertaba a adivinar, si simplemente andaba, se movía dando saltos o bien se deslizaba, pero siempre realizado con una elegante torpeza que resultaba hasta armoniosa y sensual. Se podía definir como una mujer expectante, cuando se estaba con ella se sabía que algo iba a suceder, pero el cariz de lo que iba a acontecer se desconocía por completo.

domingo, 11 de enero de 2015

Esto no es París



 A veces veo sombras donde sólo hay árboles, a veces veo árboles donde sólo hay sombras, a veces no veo nada y a veces veo demasiado. Ahora no sé lo que veo, sólo lo que escucho, y no es a ti precisamente a quien escucho, es Curación, de Santana. 
 Dedicado a todos aquellos que no escuchan lo que ven.

sábado, 10 de enero de 2015

Tengo que dejar de beber

 A este lugar llegué hace un par de años, no recuerdo en que mes concreto de otoño, con la intención de plasmar en una fotografía los colores propios de dicha estación. Antes de disparar me dediqué unos instantes a observar y disfrutar del paisaje que brindaba aquella vista, me senté en un escalón justo antes del pórtico y me puse a escuchar la canción Words de Neil Young, me gustaba tanto el momento que me negaba a disparar mi cámara y largarme, por lo que decidí seguir disfrutando de aquel instante y aquella visión. Me acerqué al bar más cercano, compré algo de comer y una botella de Whisky, me senté en el mismo escalón y cambié de música, ahora sonaba Somebody Put Something In My Drink de Ramones.  

 Así fueron pasando los minutos, los días, las semanas y los meses. Un día de julio, que tampoco consigo recordar, un policía local me invitó a abandonar aquel lugar, para disgusto mío, pero más incluso, para disgusto del dueño del bar más cercano. Antes de irme hice esta foto, pero os puedo asegurar que es bastante más espectacular en otoño. Cuando se jubile el policía local tendré que volver.

jueves, 8 de enero de 2015

Minimalizando




  Me Quiere
                      
                       



                       No Me Quiere

martes, 6 de enero de 2015

Ya no sé qué hacer

Cada año peor, en algo debo mejorar pero no sé en qué. Soy buen amigo y mejor amante, divertido, comprometido y fiel, me cabreo de vez en cuando, pero no tanto, como para que estos reyes me traigan algo así, imagino tendré que dejar de ser republicano para que algún día me regalen lo que pido. En fin…me voy a escuchar Take It As It Come de The Doors, a ver si me animo y lo asumo. 

lunes, 5 de enero de 2015

Deseo

Iba a formular un deseo para la noche del día 5 relacionado con esta foto,  pero viendo la escena, no me apetece interrumpirla de ninguna manera, por lo tanto, que cada uno desee lo que quiera….salvo la captura y muerte de los patos, claro.

Si queréis una canción para esta imagen podéis escuchar Irlandaise de Claude Bolling y J-P Rampal.

sábado, 3 de enero de 2015

El Origen (Parte II Final)

Siguiendo el cauce del rio y en un momento indeterminado para ellas, creyeron escuchar unas tenues voces provenientes de una galería adyacente a la gruta principal, a medida que avanzaban en esta nueva cavidad, las voces se hicieron más fuertes y la oscuridad más intensa. Las voces se tornaron gruñidos, las oscuridad dio paso a una luminosidad de tonos rojizos, ellas caminaba juntas, ateridas sin decir palabra alguna, esa pequeña luminosidad impidió que cayeran en un gran hueco que se abría a sus pies, de donde provenía la luz y las voces. La escena que presenciaron era dantesca, hombres devorándose entre sí, con una violencia y un sinsentido espeluznantes, destrozaban y desgarraban cuerpos, incluidos los suyos propios, que nuevamente volvían a resurgir, y volvían a ser devorados una y otra vez, envueltos en una cadena sin fin que no sabían advertir y que eran incapaces de detener.

Las cinco salieron de allí despavoridas y aterradas, corriendo y tropezando unas con otras en la oscuridad hasta que empezaron a vislumbrar la luz proveniente del río y empezaron a tranquilizarse, entonces dejaron de correr para caminar de forma más pausada, una vez en la orilla, se tumbaron y respiraron profundamente, reflexionando sobre lo que acababan de presenciar.

Medio repuestas de la escena tan horrible y salvaje a la que acababan de asistir decidieron seguir su ruta, todavía sintiendo el horror y el miedo instalados en sus mentes y visibles en sus cuerpos, siempre a la vera protectora del río, que les alimentaba y les daba la luz suficiente para continuar su marcha, en la que se encontraron, una nueva gruta, otra vez en el margen derecho del río. Esta gruta les llevó a ver a cientos de hombres agarrados con fuerza a pequeñas pertenencias, maletas, joyas, carteras, relojes y cientos de objetos más, amenazándose entre ellos, profiriendo ininteligibles y desagradables sonidos, para defenderse de supuestas agresiones cometidas por otros hombres en sus mismas circunstancias. Entre ellos no se llegaban a tocar, simplemente se miraban, recelaban y gruñían para alejar a los supuestos agresores, que al mismo tiempo se sentían agredidos, una escena dramática y de violencia contenida, desprovista de cualquier sentido, que las cinco presenciaron atenazadas, sin poderse mover, incrédulas ante esa gran rabia proveniente de seres semejantes.

La siguiente escena que encontraron fue en otra gruta, esta vez en el margen izquierdo del río. Después de haber vivido el drama y el horror  más cruel en sus dos incursiones más allá de la orilla, esta visión les resultó de lo más placentera, miles de hombres arañando desesperadamente con sus manos las paredes de la galería donde se encontraban, intentando hallar una salida que los sacara de aquel agujero. Las cinco, impávidas e imperturbables, sin miedo alguno ya, se atrevieron a dirigirse a ellos, indicándoles el lugar por donde podían escapar de allí, los hombres se giraron y las miraron, primero con incredulidad, luego con desprecio, acto seguido, ignorándolas por completo, siguieron empeñados en la absurda tarea de encontrar una salida donde ya la había. Ellas hicieron lo propio, se giraron, y volviendo sobre sus pasos, hasta encontrar de nuevo el cauce del río, siguieron su camino, esta vez lo que se encontraron fue, que la tenue luz azulada proveniente del cauce ganaba en intensidad a medida que avanzaban, lo que les hizo aumentar el paso de una forma instintiva, hasta verse inmersas en una carrera desenfrenada cuyo final acabó frente a un inmenso mar al atardecer.

Abril, Irene, Kai, Arama y Nebay tumbadas sobre las rocas, acariciadas por la brisa y los últimos rayos del sol, eran incapaces de diferenciar si lo vivido fue sueño o realidad, dudando si lo presenciado se correspondía con la evolución y origen del hombre y preguntándose, si ocurrió exactamente lo mismo con la evolución y origen de la mujer.

jueves, 1 de enero de 2015

Esperándote

 No comprendo tu frialdad, ahí sentada bajo el agua, tan relajada y sensual, sin mover un solo músculo, pétrea ante lo que ocurre a tu alrededor, sin hacer un mínimo gesto que demuestre tu sensibilidad.

 No te conmueve mi mirada? No te emociona mi sonrisa? Cuánto tiempo ha de pasar para levantarte y venir hacia mí? Yo seguiré esperándote, aunque me temo, no sé muy bien por qué, que la espera será larga, no tienes mucha pinta de quererte mover. 

 Una canción, para esta foto y esta historia, Song to the Siren de Tim Buckley.