martes, 30 de diciembre de 2014

Propuesta para 2015

 Tener claro con quien os acostáis, porque la vida hace extraños compañeros de cama, pero recordar, que lo que es imposible e incompatible, por mucho que nos esforcemos durante la noche, a la mañana siguiente seguirá siendo igual de imposible e incompatible, aunque el amor es ciego.






lunes, 29 de diciembre de 2014

El regalo estrella de esta navidad

 Intento recordar, no sé si un refrán o algo similar, que tiene semejanza con una persona o varias, un palo y un smartphone colgando del extremo del palo. 

 Estas navidades, por las calles de Madrid, he visto a mucha gente en esa pose y me recordaba a algo, pero por muchas vueltas que lo he dado, he sido incapaz de visualizar que simbología tiene similitud con un smartphone colgando de un palo delante de una persona. Si hubiera tenido una mínima idea hubiera colgado una foto, pero realmente no me he atrevido, así que mejor consultar la portada del disco Can Our Love... de Tindersticks por si puede aportar algo. 

sábado, 27 de diciembre de 2014

El Origen (Parte I)

Mientras yo escuchaba Alone Again Or del grupo Love, Abril, Irene, Kai, Arama y Nebay, se reunían en Berlín con la intención de encontrar los orígenes del hombre y de su supuesta evolución, pretendiendo descubrir el motivo por el cual la sociedad en general, sin distinguir norte o sur, oriente u occidente, estaba deteriorándose de manera tan imparable, consiguiendo que la decadencia, rutina y dejadez, se instalasen en ella de manera permanente.

Eran mujeres inquietas y deseosas de saber, que se preguntaban cómo era posible que el hombre hubiera detenido su desarrollo personal, de mente y pensamiento, para fiarlo todo al perfeccionamiento y evolución tecnológica. No entendían porqué no se habían desarrollado ambos de manera paralela, querían encontrar una mínima razón a la que agarrarse, para poder tener un mínimo de esperanza de cara al futuro que todavía les quedaba por vivir. Querían saber porqué arte y filosofía de siglos atrás, ahora se veían como auténticos manuales de actos a evitar, siendo constantemente desacreditados y perseguidos. Querían saber, en qué momento el hombre dejó de ser actor, para convertirse en mero espectador de todo lo que ocurría a su alrededor.        

La manera en la que pensaron podían alcanzar su objetivo fue mediante un viaje que dió comienzo en El Cairo, donde vieron hombres momificados, simulando vida eterna, enterrados en tumbas faraónicas junto con todos sus tesoros. Después se embarcaron en una travesía por el Nilo, pretendiendo llegar hasta la presa de Asuán y continuar viaje, vía terrestre, pasando por Sudán y Uganda, hasta llegar a Tanzania, su destino final.

Mientras ellas cinco debatían sobre cómo era posible que después de tantos miles de años nos hubiéramos convertido en lo que somos, el barco en el que viajaban fue atacado por bandidos, bandidos que les robaron, maltrataron y secuestraron, dejándolas abandonadas al cabo de unos días en mitad del desierto de Nubia. Desorientadas y destrozadas mental y físicamente, pudieron reunir las suficientes fuerzas para no rendirse y perecer en medio de aquel desierto hostil.

Al empeño por descubrir el origen del hombre, se unió ahora otro impulso mucho más fuerte, el deseo de supervivencia. En mitad del desierto se orientaron como pudieron, intentando buscar siempre el este, que suponían era su camino de salvación. Tras días caminando extenuadas y sedientas, vieron como se acercaba a gran velocidad una nube de polvo, al principio pensaron que sería una caravana de nómadas en ruta comercial, pero al apreciar la velocidad de movimiento de la nube, se percataron de que era una tremenda tormenta de arena lo que se dirigía hacia ellas. En un acto instintivo de desesperación, se pusieron a excavar con sus propias manos, como poseídas, un agujero en la arena lo más profundo posible, donde resguardarse y protegerse de la tormenta, acurrucadas dentro del agujero, notaron en sus descarnadas manos una cierta sensación de humedad, que en un principio achacaron al sudor propio de la piel al verse en unas circunstancias tan extremas, pero apreciándolo con más detenimiento se dieron cuenta que dicha humedad, provenía del suelo que se encontraba bajo ellas, por lo que siguieron excavando con mayor determinación para averiguar de dónde provenía esa humedad, que tal vez les llevara a encontrar un poco de agua.


Al poco tiempo de estar excavando, la tierra que las sustentaba cedió de repente y les succionó, las cinco en caída libre fueron a parar en medio del cauce de un rio subterráneo, caudaloso, pero de débil corriente, con agua clara, pura y limpia. Del rio emanaba una nítida luz, que dotaba todo su cauce de una tenue claridad entre ocre y azulada,  permitiendo distinguir la caverna por la que discurría.